
Simbiosis elegante en el Festival Jazz Voyeur
Fátima Yráyzoz
José Luis Luna (ver galería)
18º Jazz Voyeur Festival. Jueves 20 de noviembre en el Teatre Principal de Palma.
Leonor Watling & Leo Sidran con The Groovy French Band: “Leo & Leo”
Con L. Watling (voz), L. Sidran (voz, guitarra y piano), Max Darmon (bajo), Paul Sany (teclados), y Romain Bouiges (batería).
El título del espectáculo “Leo & Leo” ya anunciaba una simbiosis por momentos perfecta de los dos artistas principales que compartían escenario el pasado jueves: Leo Sidran y la actriz y cantante Leonor Watling. Espectáculo que venía por primera vez a la isla gracias a la 18 edición del Festival Jazz Voyeur. Un prestigioso certamen que un año más demuestra que las fronteras del jazz, como pasa con otros géneros musicales, son inabarcables, pues evolucionan o se fusionan con otras músicas.
Con un aforo casi al completo subía a las tablas Sidran acompañado de su habitual trío de músicos The Groovy French Band: Paul Sany al piano y teclados, Max Darmon en el bajo y Romain Bouiges a la batería. De manera casi silenciosa pero con mucho swing, abrían el espectáculo interpretando «Trying times» y «Together with you». En esos momentos, el cantante americano parecía no pretender protagonismo hasta la llegada de su partenaire Leonor. La entrada de la actriz y cantante estuvo perfectamente elegida con el tema «The Art of Conversation» («El arte de conversar”). Con un largo y sensual vestido negro, aunque una imagen diferente, portando gafas, ante un atril en el que poder apoyarse por momentos para leer las letras de los temas compuestos por Sidran, que eran de estreno.
La voz de Leonor siempre sorprende, y con el paso de los años incluso más. Se basa en el peculiar sonido conocido como “twang” característico del estilo country, en ocasiones rozando el tono nasal y brillante, de alargamiento de vocales. Destacó el tema «Hanging by a Thread» (“Colgados de un hilo”), en el que ambos interpretes se fundían en un bello dúo con una sincronía casi perfecta. Por su parte Leo, sobre todo al cambiar su guitarra por el piano, nos hizo recordar el particular estilo de interpretar recitando palabras de su padre, el también cantante y pianista Ben Sidran, reconocido gracias a su participación en la internacional Steve Miller Band.
Llegados a la segunda parte del espectáculo, Watling deja por unos minutos las tablas para dar todo el protagonismo a Sidran, quien gana confianza para dirigirse al público y rememora que su primera visita a la isla fue a Deià. Aseguró que nunca pudo imaginar que pasarían veinte años para volver. El norteamericano estuvo también locuaz a la hora de explicar cómo, a pesar de provenir de Madison (Wisconsin), Estado de la América profunda, aprendió de manera que definió “alocada” el castellano (por cierto con excelente dicción), tras pasar unos años viviendo en Sevilla. En la capital hispalense fue donde compuso varias canciones, como «Speak to me in Spanish» (“Háblame en español”). Un divertido tema con letras en español e inglés en el que introduce soniquete flamenco y el popular estribillo “Si tú te vas, yo me quedo en Sevilla hasta el final” que popularizó Pata Negra.
De vuelta a escena, Leonor se quedó atrás junto a la banda, que hicieron coros mientras Leo interpretaba al piano «Meaning in the Moment» (que vendría a significar “vivir el momento”). No faltaron algunos guiños interpretativos de Watling, por ejemplo al presentar el tema «It’s never is too late» (“Nunca es demasiado tarde”), del que aseguró que cuando Leo lo compuso ella estaba sacándose el carnet de conducir a sus más de 49 años. Con el tema «Light» (“luz” o “ligero”) dejaron para el público la interpretación del doble significado de la palabra inglesa, ya que entre ellos no se habían puesto de acuerdo.
La amistad de Sidran y Watling viene desde hace más de quince años. Fue gracias al Festival de Vitoria en el que compartieron cartel. «Leo & Leo» fue grabado en tan solo tres días de septiembre en 2024. El álbum consiste en una recopilación temas elegidos en la discografía de Leo, más dos temas originales escritos para el citado proyecto.
Seguramente los más puristas asegurarán que no era jazz lo que interpretaron en el Principal. Sin embargo, estoy convencida de que a gran parte del público, más heterogéneo, justamente sea eso lo que más les gustó. Ellos mismos no dudaron en asegurar, ante las críticas ya recibidas que lo califican de “música antigua o no comercial”, y tal y como afirmó Leonor, con la que coincido: “No seremos comerciales pero lo vintage, ¿no es hoy lo más vanguardista?”. Ahí lo dejo con una insinuante sonrisa. Si hablamos de géneros, la banda se movió y jugó con comodidad desde el pop de los primeros temas, a sonidos más duduá de los años 50. En ocasiones, el teclado de Sany sonaba a auténtica psicodelia; en otras los riffs del bajo de Darmon se introducían en los ritmos funkys. Sumado a todo ello, la batería de Bouiges fue siempre sin duda el corazón de toda la maquinaria musical, elegantísima en todo momento, marcando sutilmente el compás con escobillas de un jazz de lo más ortodoxo. Ahí lo dejo también.
Finalmente, cuando ya daban por concluido el espectáculo, Leo y Leonor se acercaron al proscenio para demostrar sus dotes interpretativas a capela e interpretar «Somehow they understand». Y efectivamente, imagino que cada espectador se fue a casa entendiendo el espectáculo a su manera, pero la rúbrica de dos grandes artistas como Leo & Leo cotizará alto, de eso no hay lugar a dudas.












































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